miércoles, 28 de junio de 2017

El degradado estado del Patrimonio Salinero de Córdoba. La necesidad de una actuación en toda Andalucía.

En el año 2004, hace ya la friolera cantidad de 13 años, el Diario de Córdoba se hacía eco del estado de las salinas presentes en la provincia de Córdoba bajo el titular “La mayoría de las salinas de Córdoba presentan gran estado de abandono” (fig.1). La publicación se hacía coincidir con la presentación del trabajo Salinas de Andalucía, haciendo especial hincapié en el capítulo dedicado a las salinas de interior cordobesas. A día de hoy la pregunta es bien clara ¿se ha hecho algo para la protección de dicho patrimonio?

FIG. 1. NOTICIA DEL DIARIO DE CÓRDOBA.


Fuente: DIARIO DE CÓRDOBA, 2004.

El capítulo en cuestión, cuya redacción corrió a cargo de Baldomero Moreno y Agustín Castro, hacía hincapié en que “la mayoría de estas salinas se encuentran actualmente muy deterioradas, semienterradas por las últimas crecidas de los arroyos a ellas asociados, y posteriormente abandonadas por su escasa rentabilidad” (2004:132). También recordaban que, pese a establecer un número de 22 salinas en la provincia, era necesario “un estudio de campo más exhaustivo que arrojaría números superiores” (2004:132).

Podemos decir que en este texto ambos autores señalan la urgente necesidad de intervenir en las salinas para su estudio y posible conservación, cuestión esta que debería ir precedida de un trabajo de campo que permitiese conocer con mayor exactitud cuántas salinas hay en la provincia, evaluar su patrimonio y determinar cuántas son posibles proteger. Pues bien, nada de lo que podíamos entender de lo expresado en Salinas de Andalucía, se ha llevado a cabo por ninguna de las administraciones.

Si existen actuaciones puntuales por parte de la Junta de Andalucía a través de “Cambio global y restauración del patrimonio ecocultural. Restauración funcional y ecológica de la salinas de interior degradadas” que ya tratamos en una entrada. El proyecto sirvió para intervenir en las salinas de Ntra. Sra. de los Remedios (Aguilar de la Frontera) y San Francisco (Montilla), unas actuaciones que no han tenido el impacto esperado (fig.2), pues como se dijo entonces
“Este proceso de intervención de las administraciones muestran la total ausencia de un conocimiento exacto del patrimonio salinero, de cómo se debe ejecutar su restauración y, sobre todo, cuáles son las medidas que se deben llevar a cabo para una gestión que sirva como alternativa socioeconómica para los territorios” (PASANDA, 2017).
FIG. 2. SALINAS DE NTRA. SRA. DE LOS REMEDIOS Y SAN FRANCISCO.



Fuente: ANDASAL, 2014.

Por parte de las asociaciones y colectivos si se han producido intentos de llevar a cabo una revalorización del patrimonio salinero cordobés, concretamente en la Salina de Duernas. Dicha propuesta fue realizada en 2015 por la Asociación andaluza de artesanos de la sal (ANDANSAL), interesados en promover la puesta en marcha del “Ecomuseo Parque de la Sal” (fig.3). Éste contempla actuaciones para la recuperación del entorno natural, remodelación de las instalaciones para la prestación de servicios a los visitantes (centro recepción, espacio museográfico, espacio para eventos), la protección de los elementos más destacables de la salina (alfolí, piletas, capilla), y por supuesto la recuperación del espacio productivo tradicional. Además, ANDASAL colabora en el mantenimiento de la actividad y conocimiento de la salina.

FIG. 3. PROYECTO ECOMUSEO DUERNAS.


Fuente: Martínez, D., 2016:78.

Finalmente, el trabajo de ANDASAL y Salinas de Duernas por la puesta en marcha de un proyecto, no ha sido tenido en cuenta ni por el Ayuntamiento ni la Diputación de Córdoba.

El objetivo principal de la administración pública para atajar el abandono y degradación de nuestro patrimonio salinero, debe ser el de realizar un Plan Director de toda Andalucía, que permita conocer con exactitud el patrimonio salinero y las medidas que debemos llevar a cabo en cada uno de ellos. Hasta el momento lo máximo que se ha aproximado a conocer e identificar nuestro patrimonio ha sido precisamente Salinas de Andalucía que, pese a ser un gran trabajo, el hecho de haber cumplido 13 años desde su realización lo deja un poco desfasado.

En conclusión, mientras todo se reduzca a pequeñas intervenciones de carácter puntual sobre determinadas salinas y, no se tengan en cuenta las propuestas o proyectos de las asociaciones y colectivos, todo ese esfuerzo será realizado en vano.

REFERENCIAS.
ANDASAL. “Patrimonio Blanco de Córdoba” [en línea] [Consulta: 26/6/2017] Disponible en: <http://andasal.blogspot.com.es/2014/06/patrimonio-blanco-de-cordoba.html>
DIARIO DE CÓRDOBA. “La mayoría de las salinas de Córdoba presentan gran estado de abandono” [en línea] [Consulta: 26/6/2017] Disponible en: <http://www.diariocordoba.com/noticias/cordobalocal/mayoria-salinas-cordoba-presentan-gran-estado-abandono_155747.html>
MORENO, B., Y AGUSTÍN, C. "Las salinas de Córdoba". En: Salinas de Andalucía. Sevilla : Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, 2004, pp. 132-136. 
MARTÍNEZ, D. La puesta en valor de las salinas de interior en Andalucía. El proyecto de Valcargado (Utrera). Sevilla : Trabajo final de Máster inédito, 128 p.
PASANDA. “Proyectos de puesta en valor desde Andalucía. Las salinas de Raimundo, Montejícar, Ntra. Sra. de los Remedios y San Francisco” [en línea] [Consulta: 26/6/2017] Disponible en: <http://patrimoniosalineroandaluz.blogspot.com.es/search?updated-max=2017-06-09T13:41:00%2B02:00&max-results=1&start=1&by-date=false>

martes, 27 de junio de 2017

Salinas de Oro.

En la localidad navarra de Salinas de Oro se encuentra una de las pocas instalaciones salinas que han permanecido de forma activa, al menos que se tenga documentado, desde 1492, aunque la ocupación de dicho espacio es anterior y se remontaría a época romana (fig.1).

FIG. 1. VISTAS DE LAS SALINAS.


Fuente: HERMANOS GIRONÉS, (sf).

La instalación está en manos de la sociedad Extracción y distribución de sal Hermanos Gironés que mantiene la producción artesanal a través del aprovechamiento de las aguas del manantial salado y la intervención del sol y el viento (fig.2).

FIG. 2. PILETAS Y COSECHA DE SAL.



Fuente: HERMANOS GIRONÉS, (sf).

La salina cosecha y comercializa sales gourmet (flor de sal; escamas y sal-oro); sal rica en mineral para alimentación animal; sal para deshielos; sales húmedas (tratamiento de aguas, embutidos, salazón, conservas); así como cinco tipos más de sales secas destinadas a la hostelería, alimentación, industrias químicas y panificadoras. Gracias al proceso de elaboración y trabajo, esta sal consiguió el certificado de calidad BIO (fig.3) otorgado por el Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Navarra (CPAEN) en 2014 con vigencia en toda Europa.

FIG. 3. ENVASE FLOR DE ORO.


Fuente: Recuperado de Diario de Navarra, 2016.

Pero las salinas no sólo se dedican a la producción sino que organiza visitas guiadas a las instalaciones y celebran jornadas gastronómicas (fig.4) a las que se acercan más de dos mil visitantes.

FIG. 4. JORNADAS GASTRONÓMICAS DE SALINAS DE ORO.


Nota. Instantánea de las Jornadas gastronómicas celebradas en agosto de 2016. Fuente: Recuperado de Noticias de Navarra, 2016.

Estas salinas son una muestra de una buena diversificación y generación de beneficios socioeconómicos para la población de Salinas de Oro a través del patrimonio cultural de la salina. Así mismo consiguen conservar una tradición, una profesión y un producto de reconocida calidad.

REFERENCIAS.
HERMANOS GIRONÉS. “Producción artesanal de sal con agua de manantial” [en línea] [Consulta: 22/6/2017] Disponible en: <http://salinasgirones.com/empresa.html>
MARTÍNEZ, D. La puesta en valor de las salinas de interior en Andalucía. El proyecto de Valcargado (Utrera). Sevilla : Trabajo final de Máster inédito, 128 p.

lunes, 26 de junio de 2017

El aprovechamiento de la vegetación halófila. La Salicornia.

Hemos hablado muchas veces del valor que las salinas tienen para el mantenimiento de las especies vegetales y animales que habitan estos paisajes salados. Para ello también hemos defendido que la mejor forma de garantizar el mantenimiento de esas biodiversidad es el de mantener las salinas en funcionamiento, pues también genera un impacto socioeconómico positivo en los territorios a través de los diferentes aprovechamientos de sus recursos ecosistémicos. De esta forma, la Salicornia se ha convertido en uno de esos bienes naturales al que no sólo se le garantiza un medio para su desarrollo, sino que también se siembra, recolecta y aprovecha para su consumo (fig.1).

FIG. 1. SALICORNIA.


Fuente: Gabela de Sal, 2015.

La Salicornia es una de esas 2.600 plantas halófilas que crecen y sobreviven en medios hipersalinos (fig.2). Si bien se ha comenzado a hablar de esta planta hace menos de una década relacionada con su uso culinario, el aprovechamiento de la misma estuvo vinculado durante siglos a la fabricación jabones y vidrio, así como la preparación de medicamentos.

FIG. 2. PARTES DE LA SALICORNIA.

Fuente: Flora Vascular, (sf)

En la actualidad el principal uso relacionado con la Salicornia es la culinaria, sobre todo relacionada con la alta cocina (fig.3). Esta revalorización ha llevado a que en muchas salinas andaluzas activas se lleve a cabo un proceso de recolección y cultivo de Salicornia. De esta forma la planta se convierte en un elemento más de diversificación económicas de las salinas y un medio de subsistencia para la actividad salinera.

FIG. 3. PLATOS CON SALICORNIA.


Fuente: Directo al paladar, 2014.

REFERENCIAS.
DIRECTO AL PALADAR. “¿Qué es la salicornia? [en línea]  [Consulta: 22/6/2017] Disponible en: <Características y usos en la cocina” https://www.directoalpaladar.com/ingredientes-y-alimentos/que-es-la-salicornia-caracteristicas-y-usos-en-la-cocina>
FLORAVASCULAR. “Salicornia” [en línea]  [Consulta: 22/6/2017] Disponible en: <https://www.floravascular.com/index.php?genero=Salicornia>
GABELA DE SAL. “Salicornia” [en línea]  [Consulta: 22/6/2017] Disponible en: <http://gabeladesal.blogspot.com.es/2015/11/salicornia.html>

jueves, 22 de junio de 2017

Bienes del patrimonio salinero. II. El pozo y los métodos de extracción de salmuera.

El pozo y los diferentes métodos de extracción de salmuera, como la noria, son bienes del patrimonio se encuentran presentes en las salinas de interior, concretamente en aquellas que aprovechan las aguas subterráneas y necesitan de mecanismos que permitan elevar la salmuera hasta los estanques. Pese a ser estructuras rudimentarias previas a la industrialización, siguen llamando la atención a los investigadores y visitantes de las salinas, algunos por su antigüedad, otros por su elaboración y estructura.

En primer lugar, los pozos, eran excavados con una profundidad media entre los 2 a 4 metros, empleando posteriormente para su consolidación madera, piedra, ladrillo o arcilla (fig.1). Las formas, cuadradas, rectangulares o circulares dependían de la situación del terreno y la capacidad de carga de los mismos. Conviene decir que en ningún momento se empleó la técnica de la perforación por percusión, como la que ya hemos visto en Zigong, por Europa.

FIG. 1. POZO DE MADERA.
 
Nota: El pozo que aparece en la imagen es el romano de la salina de Valcargado en Utrera. Fuente: Martínez. D., 2016.

Posteriormente y, dependiendo del volumen productivo, relevancia de la salina o capital disponible, se empleaban diferentes métodos para la extracción de la salmuera. En ese sentido Alberto Plata realiza una recopilación de dichos procedimientos: la cuerda en cuyo extremo se ataba un recipiente; el cigüeñal, también conocido como trabuquete, pingüino o pingoste; la polea o torno simple; los cilindros o roscas de Arquímides; y por último la noria.
La cuerda (fig.2) es sin lugar dudas el más rudimentario y antiguo de los métodos empleados.

FIG. 2. SISTEMA MEDIANTE CUERDA.

 
FuenteHesperian Health Guides, (sf).

El cigüeñal, trabuquete, pingüino o pingoste (fig.3), es el más común de los elementos empleados en las salinas, tanto para la extracción de pozo como para el movimiento de las aguas entre concentradores y cristalizadores.

FIG. 3. SISTEMA MEDIANTE TRABUQUETE.

Fuente: VALLESALADO, (sf.)

La polea o torno simple (fig.4) es un método evolucionado y perfeccionado de la cuerda, pues se introduce un cilindro al que se le enreda una cuerda, y que mediante la acción humana a través de una manivela, se logra elevar o bajar cubos.

FIG. 4. SISTEMA MEDIANTE POLEA O TORNO SIMPLE.

Fuente: PLATA, A., 2006:19.

El método del tornillo de Arquímides (fig.5) fue desechado en muchas salinas porque, al estar hecho de metal, la salmuera lo corroía. Así mismo también fue descartado en las grandes salinas por el escaso volumen que era capaz de suministrar a la salina.

FIG. 5. TORNILLO DE ARQUÍMIDES.

Fuente: cronoviajes, 2015.

Por último, la más compleja instalación, la noria (fig.6). Elaborada casi íntegramente de madera, pues podía contener elementos metálicos como ejes de hierro, era habitual encontrar el modelo horizontal sobre dos ruedas, ésta transmitía la fuerza a la rueda vertical que, a través de recipientes, lograba subir a la superficie la salmuera. Lo habitual es que estuviesen accionadas por tracción animal.

FIG. 6. NORIA.

Nota: Noria de Salinas de Imón. Fuente: Asociación Hispania Nostra, 2017.

Dado el estado de nuestro patrimonio salinero, es muy difícil encontrar restos de estos bienes en las salinas y, los que han llegado vivos, se encuentran en serie peligro de desaparición. Este es el caso del pozo romano de la salina de Valcargado (Utrera), cuya estructura de madera está a punto de colapsar y poner fin a siglos de historia.

REFERENCIAS.
ROMÁN, E. Paisajes de la sal en Andalucía. Madrid : Universidad Politécnica (Tesis doctoral inédita), 2014. 858 p.
PÉREZ, A. (Coordi). Salinas de Andalucía. Sevilla : Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, 2004, 303 p.

PLATA, A. El ciclo productivo de la sal y las salinas reales a mediados del siglo XIX. Vitoria-Gasteiz : Diputación Foral de Álava, 2006, 310 p.

miércoles, 21 de junio de 2017

La sal de Sierra de Yeguas. De la salina de El Navazo a la de Juan González.

En la malagueña localidad de Sierra de Yeguas se encuentra la salina de interior conocida como la de Juan González, aun hoy día se mantienen activa. Las mismas fueron construidas por el propio Juan en 1956, y al parecer empleó métodos y técnicas artesanales en su elaboración, así como en su proceso de cosecha. Mientras la mayoría de las salinas de interior de Andalucía se veían abocadas a su cierre, en Sierra de Yeguas se llevaba a cabo la puesta en marcha del negocio (fig.1).

FIG. 1. SALINA DE JUAN GONZÁLEZ.

Fuente: google.maps, 2017.

Pero la primera salina de la que se tiene constancia en la localidad sería la de El Navazo, ubicada en el “Cortijo La Salina” y muy próxima la de Juan González. La actividad de la misma se remontaría a comienzos de siglo XVIII y se mantuvo en funcionamiento hasta la década de los setenta del siglo pasado. La superficie de la salina, de una hectárea, y su estructura lineal casi se mantuvieron intactas (fig.2).

FIG. 2. PLANO DE LA SALINA SIGLO XVIII.

Fuente: ATÁLOGO COLECTIVO DE LA RED DE BIBLIOTECAS DE LOS ARCHIVOS ESTATALES, (sf.)

El Alfolí, tras una serie de pequeñas transformaciones, también se mantiene en pie, así como algunas piletas que conservan sus empedrados y el impermeabilizado de barro y aljorín (fig.3). Nada se menciona del antiguo pozo que, según el mapa y Alberto Plata, se ubicaba en el lado occidental. Este pozo estuvo extrayendo salmuera gracias a una noria de madera que funcionaba con tracción animal. Tampoco se menciona el edificio de la administración que, anexo al Alfolí, contenía las dependencias del administrador y del oficial inspector.

FIG. 3. PILETAS, ALFOLÍ y EDIFICIOS DE LA ADMISTRACIÓN.

Fuente: Ordóñez, P.; Dugo, I., 1994.

Las salinas del Navazo, abandonas a su suerte y la degradación del tiempo, contrasta con las de Juan González. Como hemos dicho, Juan lleva a cabo la puesta en marcha de la salina a finales de la década de los sesenta, contando para ello materiales y métodos tradicionales. Unas técnicas que también aplicó a la cosecha de la sal. Pero, tras su jubilación y, transcurridos unos años, los herederos llevan a cabo una modernización de las instalaciones que acaban con dichas piletas.

En la actualidad la salina lleva a cabo una producción de sal  que rondan las  200 toneladas, siendo por tanto el principal sustento la elaboración de agua sal, unos 8.000 metros cúbicos,  para su venta en la industria de la aceituna de mesa (fig.4).

FIG. 4. LA MODERNA PRODUCCIÓN.


Fuente: LUQUE, R., 2015.

La producción de sal en Sierra de Yeguas continua de forma activa, si bien no es artesanal y, el patrimonio salinero corre serio peligro de desaparecer por el paso del tiempo o la intervención humana para su transformación, debemos quedarnos con lo positivo de que mientras exista producción hay posibilidades de recuperación.

REFERENCIAS.
IAPH. “Cortijo las Salinas” [en línea]  [Consulta: 20/6/2017] Disponible en: <http://www.iaph.es/patrimonio-inmueble-andalucia/resumen.do?id=i18073>
LUQUE, R. “La última salina del interior” en línea]  [Consulta: 20/6/2017] Disponible en: <http://www.laopiniondemalaga.es/municipios/2015/12/21/ultima-salina-interior/816934.html#>
PLATA, A. El ciclo productivo de la sal y las salinas reales a mediados del siglo XIX. Vitoria-Gasteiz : Diputación Foral de Álava, 2006, 310 p.
SIERRA DE YEGUAS. “Recursos Naturales” en línea]  [Consulta: 20/6/2017] Disponible en: <http://www.sierradeyeguas.es/es/Turismo/Recursos_Naturales/>
SOLÍS, A. “Las Salinas de Sierra de Yeguas” en línea]  [Consulta: 20/6/2017] Disponible en: <http://antoniosolisgonzalez.blogspot.com.es/2014/10/las-salinas-de-sierra-de-yeguas.html>

martes, 20 de junio de 2017

La desaparecida salina de Bácor.

En la localidad de Bácor, pedanía de Guadix, se encuentra  una de las salinas que a buen seguro da sentido a la estratégica ocupación de este territorio desde la edad del Bronce. En ese sentido, también bastetanos y romanos gestionaron el espacio y sus recursos, sin que, al parecer, se les pueda vincular a ninguno de ellos la creación y consolidación del asentamiento de Bácor (fig.1). Posiblemente el mismo esté íntimamente relacionado con los musulmanes en su intento por controlar una zona de tránsito hacia el Levante, así como la cosecha de una sal fundamental para la actividad ganadera y el abastecimiento de los alfolíes de Baza o Guadix.

FIG. 1. PANORÁMICA DE BÁCOR.


Fuente: Ayuntamiento de Bácor, (s.f).

Sea como fuere los castellanos dieron continuidad a su explotación tras su invasión, dejando constancia en muchas de las fuentes consultadas que la gestión de las salinas le fueron concedidas al secretario de la reina Isabel I de Castilla. Como ya sabemos, esta política de reparto de los recursos estratégicos formó parte de la política de conquista y colonización castellana de Al-Ándalus.

Sabemos que durante el siglo XIX la salmuera se extraía de un pozo mediante una noria de madera (fig.2). Lo que se desconoce es si este pozo se trata de una construcción ex novo o si por el contario siguió siendo el lugar desde donde tradicionalmente se había sacado salmuera siglo atrás. Según Alberto Plata las dimensiones del pozo serían las de 2 varas de longitud y 1,5 de anchura.

FIG. 2. SALINA DE BÁCOR.


Fuente: ROMAN, E., 2014:236.

La salina contaba con 44 plataformas de evaporación […] de planta rectangular de 8 varas de longitud y 7,5 de latitud, sus suelos estaban formados con piedras de pequeño tamaño asentadas sobre una capa de arcilla apisonada y se separaban entre sí por medio de caballetes de madera” (PLATA, A., 2006:161).

Las instalaciones  se completaban con una pequeña choza que sería de espacio de transición para su secado y, posteriormente, almacenamiento en el Alfolí con capacidad para 3000 fanegas.

De nuevo, la modernización del sector y el éxodo rural, acabó con los siglos de aprovechamiento de las salmueras del pozo de la salina de Bácor, quedando relegada al olvido y a su destrucción (fig.3). De momento esta salina continúa sin que se conozca la existencia de algún proyecto de investigación o revalorización de la misma.

FIG. 3. VISTA ÁREA ESTADO DE LAS INSTALACIONES.


Fuente: PLATA, A., 2006:264

REFERENCIAS.


AYUNTAMIENTO DE BÁCOR. “Historia de la ciudad” [en línea] [Consulta: 19/6/2017] Disponible en: <http://www.bacor-olivar.es/historia-de-la-ciudad>
GARCÍA,G.; MALPICA, A.; VILLAR, S. “Sal y ganadería en el Reino de Granada (siglos XIII-XV), un proyecto de investigación sobre dos importantes actividades” [en línea] [Consulta: 19/6/2017] Disponible en: <http://www.arqueologiamedievaldebates.com/articulo-71/sal-y-ganaderia-en-el-reino-de-granada-(siglos-xiii-xv)-un-proyecto-de-investigacion-sobre-dos-importantes-actividades-economicas-en-epoca-nazari>
PLATA, A. El ciclo productivo de la sal y las salinas reales a mediados del siglo XIX. Vitoria-Gasteiz : Diputación Foral de Álava, 2006, 310 p.
ROMÁN, E. Paisajes de la sal en Andalucía. Madrid : Universidad Politécnica (Tesis doctoral inédita), 2014. 858 p.

lunes, 19 de junio de 2017

Las antiguas salinas de la “Laguna Salada” de Campillos.

La localidad de Campillos (Málaga) también tiene un largo pasado salinero relacionado con la Laguna Salada. En estas aguas de origen endorreico, “cuya existencia […] se relaciona directamente con la presencia de los materiales triásicos aflorantes en sus cuencas vertientes” (RODRÍGUEZ, M.; MORAL, F., 2005), permitiría las obtención de sal mediante la construcción de salinas sobre su superficie, un método que ya hemos visto en Fuente de Piedra (fig.1).

FIG. 1. VISTA AÉREA DE LA LAGUNA SALADA.


Fuente: Google.maps, 2017.

Esta salina forma parte de un conjunto de varias lagunas (Laguna Dulce, Salada, de Capacete, de Camuñas y Laguna del Cerero), de carácter estacional que ocupan unas 80 hectáreas. Este conjunto de lagunas forman parte de la Reserva Natural Lagunas de Campillos, un espacio donde se potencia el valor del patrimonio natural asociado a los paisajes salinos: juncos, castañuelas, carrizos, althenia orientalis, la chara áspera, la Chara galioides y la Ruppia marítima (fig.2).

FIG. 2. AVES ACUÁTICAS Y ESPACIOS DEDICADOS A SU AVISTAMIENTO.



Fuente: ANDALUCÍA.ORG, (sf).

Mediante el trabajo Inventario nacional de recursos minerales de cloruro sódico y sales potásicas, una obra de 1997 realizada por el Instituto Geológico Minero (IGME), sabemos que hubo una explotación salina en la laguna. Pero la investigación existen no va más allá de reducidas menciones y, por supuesto, en lo que respecta al espacio natural donde se desarrolló su explotación poco o nada se dice. De nuevo, este silencio respecto al nuestro patrimonio salinero, no ayuda a su identificación y posible recuperación de su olvido. No obstante, desde PASANDA, intentaremos seguir ahondando en la investigación de nuestras salinas.

REFERENCIAS.
ANDALUCIA.ORG. “Lagunas de Campillos”. [en línea]. [Consulta: 18/6/2017]. Disponible en: <http://www.andalucia.org/es/espacios-naturales/reserva-natural/lagunas-de-campillos/>
CONSEJERÍA DE MEDIO AMBIENTE Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO. “Reserva Natural Lagunas de Campillos”. [en línea]. [Consulta: 18/6/2017]. Disponible en: <http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/servtc5/ventana/mostrarFicha.do;jsessionid=0CBE25DE8534A8248E38F6B77C32E8DA?idEspacio=7332>
RODRÍGUEZ, M.; y MORAL, F. “Cartografía geológica de la Reserva Natural Lagunas de Campillos. Hidroquímica y dinámica hidrológica”. [en línea]. [Consulta: 18/6/2017]. Disponible en: <http://rabida.uhu.es/dspace/bitstream/handle/10272/8827/Cartografia.pdf?sequence=2>

RUBIO, J. Inventario nacional de recursos minerales de cloruro sódico y sales potásicas. Madrid:  IGME, 1997, 455p.

jueves, 15 de junio de 2017

La importancia de la cosecha de la sal en los paisajes salineros II.

La entrada de hoy forma parte de un artículo publicado en el número 25 de la revista Boletín Drosophila. El mismo será presentado en dos partes siendo ésta la segunda de ellas.



Las salinas de evaporación solar, ya sea en el litoral o interior continental, son humedales artificiales resultado de la actividad humana. Las técnicas y métodos empleados por la obtención de sal es ecológico y sostenible, asemejándose bastante a los de un ecosistema natural, con tendencia a cerrar el ciclo de materia y hacer eficientes los procesos internos, obteniendo un nivel prácticamente cero en la generación de residuos, devolviéndose al medio el agua dulce sobrante (Román López, E., 2014). En estas instalaciones se desarrolla un ambiente salino que permite la presencia de vegetación y fauna halófila, es decir, capaces de subsistir en medios salados.

Los estudios efectuados sobre las formas de vida halladas en las salinas muestran la existencia de tapetes microbianos, invertebrados como los crustáceos del género Artemia (más conocidos por aportar el característico pigmento que da el color rosado a los flamencos), la mosca de las marismas, el coleópteros Ochthebius Glaber, así como anostráceos, cnidarios, nematodos, copépodos, cladóceros, tubelarios y moluscos gastrópodos. En cuanto a la flor se encuentra la Sosa Jabonera, el Coralillo, la Salicornia, la Sosa Salsola y la Sosa Atriplex y gramíneas como el Limonio Limonium, el Fenás Puccinellia y la Pelosa Polypogon. A la existencia de estas formas de vidas halófilas se asocian aves como los flamencos, las avocetas, las cigüeñuelas y los chorlitejos (Hueso, K., 2009) (fig.2).

FIG. 2. Flamencos en la salina de San Pedro del Pinatar.


Fuente: Pixabay.com, 2017.

Hablamos por tanto de un paisaje que adquiere mayor valor e importancia cuando lo hallamos en el interior continental, donde sería impensable encontrar una fauna y flora más propia de zonas próximas a la costa de mares u océanos. Las salinas, como humedales artificiales que son, dependen de que la actividad productiva que dio a su origen se mantengan en unas condiciones constantes, haciendo del medio un espacio habitable para las especies halófilas. Por tanto, la desaparición de la actividad provocaría la dulcificación del agua y la paulatina transformación y desaparición del ecosistema.

El equilibrio que, durante siglos se mantuvo de forma constante en estos paisajes salinos, fue interrumpido en la década de los cincuenta del pasado siglo. En estas fechas tiene lugar un proceso de modernización del sector salinero en todo el mundo provocado por una industria que demanda mayor cantidad a menor precio. Bajo las nuevas exigencias del mercado y, ante la incapacidad competitiva de las pequeñas salinas vinculadas al ámbito rural, se produce el paulatino cierre y abandono de dichas instalaciones. Estas circunstancias pusieron en peligro todo el patrimonio cultural y natural representado por los paisajes de la sal.

Pero en las últimas décadas estamos asistiendo a un proceso de revalorización de los paisajes de la sal a través de la recuperación de la producción artesanal. Por una parte, las instituciones públicas han visto en la puesta en valor de este patrimonio un potencial elemento de recuperación de las economías rurales más deprimidas. Por otro lado los consumidores vienen, desde hace tiempo, demandando una sal natural, libre de aditivos químicos y cuyo método de producción sea respetuoso con el medio ambiente. Unido a este último argumento medioambiental se sumaría una legislación proteccionista hacia los paisajes salinos, convertidos muchos de ellos en Espacios Naturales (fig.3).

FIG. 3. Parque Natural Salinas de Santa Pola.


Fuente: Pixabay.com, 2017. Nota: Estas salinas comenzaron su actividad a finales de siglo XIX, hasta que en 1988 la Generatitat valenciana transformó las 2.570 Ha en Parque Natural.

En ese sentido, cada vez es más fácil encontrar en las estanterías de tiendas especializadas, mercados, supermercados y grandes superficies sal artesanal procedentes de cualquier territorio del planeta. Una sal que no sólo es beneficiosa para nuestro organismo sino que, a través de su consumo, estamos ayudando y colaborando en el mantenimiento de un valioso ecosistema. A demás muchas de éstas proceden de Parques o Espacios Naturales que forman parte de las rutas migratorias de aves.


Por ello, después de todo lo argumentado, es lo por lo que se sostiene que el mantenimiento de la producción de sal mediante los métodos tradicionales y, por supuesto su consumo, garantiza la subsistencia de los paisajes salineros.

REFERENCIAS.
HUESO, K. 2009. Los paisajes ibéricos de la sal. 2. Humedales salinos de interior. Asociación de Amigos de las Salinas de Interior, Guadalajara, 167 p.
KURLANSKY, M. 2003. Sal: Historia de la única piedra comestible. Península, Barcelona, 489 p.
MACÍAS, A. 2004. Las marismas y las salinas, comparación de paisajes. En: Salinas de Andalucía. Consejería de Medio Ambiente Junta de Andalucía, Sevilla, pp.98-99.
MARTÍNEZ, D. 2016. El cloruro de sodio o sal común. En: La puesta en valor de las salinas de interior en Andalucía. El proyecto de Valcargado (Utrera). [Trabajo final de Máster inédito]. Universidad Hispalense, Sevilla, pp. 24-34.
MEMÉNDEZ, E. 2008. Las rutas de la sal. Netbiblo, La Coruña, 225 p.
ROMÁN, E. 2014. Clasificación y tipos de explotaciones de sal. En: Paisajes de la sal en Andalucía. [Tesis doctoral inédita]. Universidad Politécnica, Madrid, pp. 52-61.