Una
de las históricas puertas de acceso de sal a la ciudad de Sevilla era el muelle de la Sal (fig.1). Esta sal procedía desde hace siglos del partido salinero
de Cádiz, principalmente de las ubicadas en la desembocadura del Guadalquivir.
FIG. 1. UBICACIÓN DEL
MUELLE DE LA SAL.
Fuente: GARCÍA, E., (s.f).
Con
la sal descargada en el muelle ésta era empleada por los barcos pesqueros para
la conservación de sus capturas, así como para el consumo interno de los
vecinos. En este último caso la sal era llevada a la alhóndiga de la sal ubicada próxima a las Reales Atarazanas, el
Archivo de Indias y la Catedral.
El
muelle de la sal se mantuvo activo hasta mediados de la década de los sesenta (fig.2), cuando la introducción de las
cámaras frigoríficas en los barcos pequeros dejó sin sentido el empleo de la
sal. Una tecnología que también empezó a ser empleada por los hogares y
negocios sevillanos.
FIG. 2. ACTIVIDAD EN EL
MUELLE.
Nota: En la imagen inferior se puede apreciar las montañas de sal. Fuente: PERIS, J., 2012.
Por
otra parte, la alhóndiga de la sal, cuya actividad arranca en el siglo XVI, corrió
peor suerte que el muelle. Sus instalaciones fueron demolidas en la década de
los veinte del siglo pasado para la construcción del actual edifico de Correos (fig.3). El Ayuntamiento había cedido
el mismo al Ministerio de Gobernación para levantar un monumental edificio en
una ciudad que iba a acoger la Exposición Ibero-Americana de 1929 (NAVASCUÉS,
P., 1997).
FIG. 3. EDIFICIO DE
CORREOS A MEDIADOS DE SIGLO XX.
Nota: Sobre el solar en el que se levantó
el edificio de Correos, derecha de la imagen, se encontraba la alhóndiga de la sal de Sevilla. Fuente: elforocofrade, 2007.
Pero
la alhóndiga tuvo otras vidas después de servir de sal a Sevilla y ser demolido
para la sede de Correos. Durante la primera década del siglo XX parece que se
estuvieron proyectando películas en dicho recinto, el llamado Salón Gaumont.
Mónica Barrientos se hace eco de ello en “Inicios
del cine el Sevilla (1896-1906): de la presentación en la ciudad a las exhibiciones continuadas”.
Poco
se ha investigado hasta el momento sobre el pasado y los bienes que han formado
parte del patrimonio salinero de la ciudad de Sevilla. Durante siglos fue una
importante actividad, esencial para la vida y el comercio portuario de la
ciudad, así como punto de referencia para la venta de la cosecha las
salinas de Cádiz. Es por tanto una
historia que bien merece ser recuperada.
REFERENCIAS.
GARCÍA, E. “Guía del paisaje histórico urbano de
Sevilla. Estudio temático 02. Relaciones y perspectivas del planeamiento
urbanístico y territorial” [en línea] [Consulta: 28/5/2017] <http://www.iaph.es/export/sites/default/galerias/patrimonio-cultural/documentos/gestion-informacion/relaciones__del__paisaje__urbano_con_la__ordenacion__territorial_y__el__planeamiento__urbanistico.pdf>
NAVASCUÉS, P. “Correos y telégrafos arquitectura
postal” [en línea] [Consulta: 28/5/2017] <http://oa.upm.es/10658/1/CORREOS_Y_TELEGRAFOS_(NAVASCUES)_Parte1.pdf>
OTTE, E. “Los productos andaluces del campo”.
En: Sevilla, siglo XVI: materiales para su historia económica. Sevilla : Centro
de Estudios Andaluces, 2008, pp. 43-71.
PERIS, J. “Ferrocarril de la Junta de Obras del
Puerto de Sevilla” [en línea] [Consulta: 28/5/2017] <http://www.spanishrailway.com/2012/02/26/ferrocarril-de-la-junta-de-obras-del-puerto-de-sevilla/>
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