Si bien desde finales de siglo
XIX se viene produciendo un proceso de mecanización del sector salinero, no es
hasta mediados de siglo XX cuando se produce el gran salto en la modernización
de la producción de sal. El final de la segunda Guerra Mundial y la aplicación
de un modelo económico desarrollista y expansionista se tradujo en una mayor
circulación de capital, productos e incremento de la producción. De esta forma
la moderna industria agroalimentaria, química o siderúrgica disparó la demanda
de sal (fig.1).
FIG. 1. COMPLEJO INDUSTRIAL.
Nota: La imagen corresponde al Polo Químico de Huelva. Fuente: ABC, 2015.
Al ritmo que se van produciendo
cambios en el sector industrial la demanda aumenta, y las salinas tradicionales
se muestran incapaces de abastecer sus demandas. La solución parte del propio
sector industrial que comienza a interesarse por la producción de sal y se
establecen en salinas, principalmente de litoral, para cubrir sus exigencias. Estas
modernas salinas son grandes y están mecanizadas, de manera que logran grandes
cantidades a un menor precio (fig.2).
FIG. 2. SALINAS DEL ODIEL.
Nota: Estas salinas son un ejemplo de cómo, tras la puesta en
marcha del Polo Químico de Desarrollo de Huelva, se crearon dichas instalaciones
para hacer frente a su demanda. Su sal también es comercializada para el consumo humano. Fuente:
SALINAS DEL ODIEL, (sf).
Las salinas tradicionales,
incapaces de competir en volumen y precio, deben someterse a un proceso de
modernización. Este proceso necesita de un capital inicial del que muchas no
disponen, de manera que, o bien lo intentan con operaciones de créditos que a
la postre termina con su ruina, o finalmente deciden abandonar sus
instalaciones.
Sin lugar a dudas el mayor
impacto de esta crisis fue recibida por parte de las salinas de interior. Se
trata de unas salinas fuertemente vinculadas a la vida rural, a una producción
artesanal, y dada su particular morfología, adaptada a complicados y reducidos
espacios que la lleva a una reducida producción, fueron incapaces de adaptarse
y competir con la modernización del sector (fig.3).
FIG. 3. SALINAS DE LA TORRE Y BORREGUERO EN ÉCIJA.
Nota: Las salinas tradicionales de Écija se encuentran desde mediados de siglo XX en un fuerte proceso de deterioro. Fuente: ANDASAL, 2017.
En último lugar, no podemos
olvidar, como causa de la decadencia de la producción tradicional y cierre de
las salinas, la competencia generada por las nuevas técnicas de conservación de
alimentos (enlatados y refrigeración). Estos nuevos inventos redujeron
considerablemente la demanda de las familias de los pueblos cuyo consumo
mantenían con vida las pequeñas salinas tradicionales.
REFERENCIAS.
KURLANSKY, M. La sal: Historia de la única roca comestible.
Barcelona : Península, 2003, 512 p.
MARTÍNEZ, D. La puesta en valor de las salinas de interior en
Andalucía. El proyecto de Valcargado (Utrera). Sevilla : ,Trabajo final de
Máster inédito, pp. 24-34.