Tras
la crisis de las salinas tradicionales venimos asistiendo, en las últimas tres
décadas, a un proceso de puesta en valor de las salinas en toda Europa. Podemos
decir que, ante el potencial arrollador y las consecuencias medioambientales y
socioeconómicas de la globalización (desempleo y precariedad laboral), surgen
respuestas de carácter local, sobre todo en el ámbito rural, que fuerzan al
planteamiento de alternativas por parte de las administraciones (fig.1).
FIG. 1. EL ABANDONO DE
LOS PUEBLOS.
Nota: La falta de alternativas en el medio
rural es una de las principales consecuencias de la globalización. El éxodo provocó
también el cierre de muchas antiguas salinas tradicionales. Fuente: Heraldo, 2015.
Es
en a comienzo de los setenta en Francia, donde se da uno de los primeros
ejemplos de reactivación con las salinas de Guérande, y a finales de esas misma
década es en la portuguesa salina de Rio Maior donde se vuelve a cosechar sal
de nuevo. Éstos, son sólo dos ejemplos de otros muchos que, como Aveiro
(Portugal) o Trapani (Italia), comparten protagonistas (asociaciones,
colectivos, instituciones o privados), y que surgen por un mismo motivo, la necesidad
de generar empleo y riqueza en sus territorios (fig.2).
FIG.
2. SALINEROS DE GUÉRANDE.
Notas: La Cooperativa que administra las
salinas de Guérande está compuesta por 200 miembros. Fuente: eguerandais, (sf).
En
paralelo a los movimientos localistas que cuestionan el modelo de desarrollo se
estructuran nuevas políticas y la adopción de los principios del paradigma del desarrollo
local que, frente a la clásica concepción homogénea y estándar basada en una
economía de escalas, se va a caracterizar por una visión territorial mediante
una planificación económica descentralizada, participativa y diversificadora a
través del aprovechamiento sustentable de los recursos endógenos existente en
los territorios.
Desde
ese momento las instituciones europeas y sus Estados miembros promueven y
apoyan proyectos de revalorización de las salinas. Las propuestas pasan desde
la recuperación de las instalaciones como museo, hasta otras más complejas
donde la producción artesanal de sal y el patrimonio cultural, además de otros
productos, cobran de nuevo el interés perdido hace tiempo (fig.3).
FIG.
3. PROYECTO EUROPEO RUTA DEL ATLÁNTICO.
Nota: Ecosal Atlantis fue un proyecto
europeo de revalorización de las salinas de litoral e interior. Fuente: ecosal-atlantis, (sf).
Pero
también, de la mano de los consumidores, se produce el fenómeno del
cuestionamiento de la globalización alimentaria y sus consecuencias
medioambientales. En ese sentido la sal industrial, como alimento básico en la
dieta y componente de muchos productos procesados, también se convierte en un
producto cuestionado. Los consumidores pasan a buscar alimentos no procesados y
la sal artesanal se convierte en un artículo fuertemente demandado (fig.4).
FIG. 4. COMERCIALIZACIÓN
DE SAL ARTESANAL.
Fuente: ANDASAL, 2015.
De
esta forma, ya sea como una alternativa necesaria para los territorios rurales,
o como un producto demandado por consumidores que huyen de los alimentos
procesados, la revalorización de las salinas tradicionales y la producción
artesanal es hoy un fenómeno incuestionable.
REFERENCIAS.
HUESO, K. Sal en el salero. Gestión del
patrimonio y los paisajes de la sal en el siglo XXI. Madrid, IPAISAL, 2015.
KURLANSKY, M. La sal: Historia de la única roca comestible.
Barcelona : Península, 2003, 512 p.
MARTÍNEZ, D. La puesta en valor de las salinas de
interior en Andalucía. El proyecto de Valcargado (Utrera). Sevilla : ,Trabajo
final de Máster inédito, pp. 24-34.
ROMÁN, E. Paisajes de la sal en Andalucía.
Madrid : Universidad Politécnica (Tesis doctoral inédita), 2014. 858 p.