lunes, 29 de mayo de 2017

Bienes del patrimonio salinero. I. El Alfolí.

El Alfolí, cuyo término deriva de la palabra árabe al-hury (hórreo, granero público), es quizás uno de los elementos más vistosos y monumentales del patrimonio salinero. Se trata de una gran nave, normalmente en dos alturas, que sirve para guardar la sal una vez cosechada y secada (fig.1).

FIG. 1. ALFOLÍ DE FUENTE CAMACHO.


Fuente: ROMÁN, E., 2014:278

No existe un patrón común a la hora de la construcción de los alfolíes, habiéndolos de diferentes factura (más o menos monumental), material y tamaño (fig.2). Estos almacenes están presentes tanto en las salinas, en su labor de primer almacenamiento para evitar degradación y posterior distribución, así como en pueblos y ciudades para su venta. Es por tanto, el único elemento que encontramos tanto fuera como dentro de las salinas.

FIG. 2. ALFOLÍ DE DUERNAS.


Fuente: SALINAS DE ANDALUCÍA, 20014:68.

Tener sal a mano era fundamental para la pequeña industria artesanal de las zonas rurales y para conservación y tratamiento de alimentos en todos sitios. Por ello, a lo largo de la historia se establecieron una red de alfolíes por toda Andalucía que servían de sal a todo el territorio y, fundamentalmente, como un efectivo sistema de control de la distribución, venta y recaudación (fig.3).

FIG. 3. DISTRITO DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN.


Nota. En este mapa tan sólo se representa el distrito de producción y distribución correspondiente a la salina de Roquetas. la Fuente: ROMÁN, E., 2014:331.

Tras la modernización de la producción, la aparición de refrigeradores y la mejora del transporte, la función de los alfolíes desapareció y fueron abandonados a su suerte. Algunos de ellos, al tratarse de grandes edificios, fueron aprovechados por sus propietarios, principalmente administraciones públicas, para la instalación de nuevos departamentos si las instalaciones lo permitían o derribados para levantar un nuevo edificio. Pero la realidad es que la gran mayoría simplemente colapsaron como el de Huelva en 1883.

Recientemente con la revalorización de las salinas éstos se están transformando en centros de recepción o interpretación de las instalaciones, como por ejemplo el de Rambla Salada en Murcia (fig.4).

FIG. 4. ALFOLÍ DE RAMBLA SALADA.


Fuente: RAMBLA SALADA, 2011.

No obstante y, como siempre venimos insistiendo en las entradas de este blog en lo referido al mantenimiento del patrimonio salinero, el mejor sistema para evitar la degradación de los alfolíes es, al menos con los presentes a pie de tajo, continuar con la producción artesanal de la salina.

REFERENCIAS.
ROMÁN, E. Paisajes de la sal en Andalucía. Madrid : Universidad Politécnica (Tesis doctoral inédita), 2014. 858 p.
PÉREZ, A., (Coordi). Salinas de Andalucía. Sevilla : Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, 2004, 303 p.